Hay muchas actividades que requieren la intervención de un trabajador en solitario, y la habitualmente resulta muy difícil prohibir esos trabajos en situación de aislamiento por cuestiones de organización o por la naturaleza de la actividad misma. Existen sin embargo soluciones técnicas de protección muy eficaces, que permiten además contener los costes. Equipar a los trabajadores aislados con sistemas de alarma constituye una solución viable a nivel económico y eficaz para garantizar su seguridad.
Cuando se trata de preservar la seguridad y la salud de los trabajadores, se implementan toda una serie de medidas y dispositivos destinados a prevenirlas y garantizarlas.
Arriesgarse a sufrir las consecuencias relativas a la protección de los riesgos laborales implica sanciones, que se aplican en función del grado de la infracción, dividiéndose entre infracciones leves, graves y muy graves. Las multas por incumplimiento de las medidas de seguridad y salud en el trabajo oscilan entre los 40 y los 819.780 euros.
¿Prohibir el trabajo en solitario?
Dadas las dificultades específicas del trabajo aislado, existe la posibilidad de no autorizarlo, para evitar todo riesgo en esas circunstancias particularmente peligrosas. Pero en realidad, en general es muy difícil evitarlo por las características de las actividades en que se desempeña.
La normativa de prevención de riesgos laborales no prohíbe este tipo de trabajos en solitario, salvo en casos particulares de alto riesgo en que la ley exige la presencia de una segunda persona, ya sea para supervisar o para prestar apoyo. Por ejemplo, cuando se trabaja con explosivos nunca se puede trabajar en situación de aislamiento, ni siquiera cuando se cumplen plenamente las medidas de seguridad y prevención de accidentes laborales.
La Universidad Politécnica de Cartagena, en su Procedimiento de actuación durante episodios de temperaturas extremas en trabajos al aire libre recomienda “…evitar el trabajo en solitario, bien definiendo equipos de trabajo formados por al menos dos personas, bien estableciendo un sistema de comunicación que permita identificar posibles situaciones de emergencia”[1].
Hay casos en que el trabajo se ejecuta forzosamente en situación de aislamiento, por razones horarias o bien por cuestiones de organización:
- Trabajadores solos en establecimientos fijos:
- pequeñas tiendas, talleres, gasolineras y empleados del hogar
- Controladores de compañías de alquiler de coches
- Trabajadores que ejercen sus funciones separadamente de sus compañeros en fábricas, almacenes, centros de investigación…
- Personas que trabajan fuera de las horas habituales de trabajo, como son los empleados de la limpieza, la seguridad, personal de mantenimiento…
- Trabajadores que realizan su actividad en teletrabajo
- Trabajadores que se desplazan para realizar su actividad:
- Conductores y chóferes
- Trabajos de mantenimiento y limpieza, reparaciones eléctricas o de ascensores, mantenimiento de vehículos, etc.
- Trabajos de agricultura y forestales
- Trabajadores de servicios: cobradores, carteros, trabajadores sociales, enfermeros a domicilio, conductores, agentes inmobiliarios, comerciales…
Dispositivos de protección adaptados
Para estos contextos laborales existen equipos y dispositivos adaptados a cada una de las situaciones.
Además de los equipos de protección individual que utilizan todos los trabajadores en función de sus circunstancias y de la actividad que desarrollan, también existen unos dispositivos de alarma para el trabajador aislado (DATI) que se adaptan de manera específica a ese contexto laboral.
Se trata de un equipo que se pone en marcha manual o automáticamente para emitir una señal en las situaciones de peligro. Se presenta bajo la forma de relojes conectados, teléfonos, estuches electrónicos… y son capaces de detectar una caída, un dispositivo arrancado, la ausencia de movimiento, la presencia de un gas tóxico, etc. La alerta se transmite a la persona que esté de guardia o a un profesional que comprueba lo ocurrido y evalúa el nivel de urgencia para alertar a los equipos de socorro. Algunos DATI incorporan micrófonos y altavoces para poder intercambiar informaciones con rapidez, y muchas veces están geolocalizados para poder encontrar fácilmente al trabajador.
Económicamente viables
Estos dispositivos son económicamente viables, y resultan eficaces si lo comparamos con el coste real de los accidentes cuando no se adoptan estas medidas:
- Pérdida de productividad
- Rotación del personal
- Pérdida de tiempo y recursos
- Sanciones y multas
- Daño a la reputación
- Impacto en el estado de ánimo del equipo
Si se implementan estos dispositivos y medidas, no sólo se lleva a cabo la actividad laboral prevista, sino que disminuyen los costes relativos a la seguridad frente al riesgo de asumir responsabilidades en caso de accidente. Al mismo tiempo, se está protegiendo la vida y el bienestar de los trabajadores, que son recursos fundamentales en toda actividad económica.
[1] https://www.upct.es/contenido/servicios/prevencion/docs/7317%20PROC%2017-Actuacion%20Temperatuas%20ambientales%20extremas%20al%20aire%20libre.pdf