Cuando tiene lugar un accidente de trabajo en situación de aislamiento, y no se ha equipado con un sistema de alarma, en general los equipos de socorro no se movilizan o lo hacen con retraso. Esta falta de asistencia puede tener graves consecuencias pudiendo provocar incluso un fatal desenlace para la persona accidentada.
El 25 de agosto de 2016, un trabajador vecino de Alberite, cerca de Logroño, es víctima de un accidente laboral a primera hora de la mañana, golpeado por el portón de metal de la nave. Sus compañeros de trabajo no volvieron hasta la tarde, momento en el que hallaron el cadáver.
El trabajo en situación de aislamiento hace más difícil la comunicación de accidentes
- Hay ocasiones en que los trabajadores tienen que desarrollar sus tareas en un entorno laboral que les coloca en una situación de aislamiento: sin presencia de otras personas que puedan verlo u oírlo.
- Se trata tanto de entornos exteriores, como de lugares confinados o de circunstancias que se pueden calificar de mayor peligrosidad (trabajo nocturno, condiciones meteorológicas extremas, etc.).
- Estas actividades incluyen a los técnicos de mantenimiento, agricultores, guardabosques, agentes de seguridad, empleados de limpieza, equipos de salud domiciliarios, etc.
Los peligros y riesgos que se presentan cuando el trabajador se encuentra aislado e incomunicado pueden convertirse en graves, ya que la situación de aislamiento potencia los diferentes factores de riesgo. En caso de accidente, de malestar o de cualquier otra situación de urgencia, si el trabajador accidentado no puede comunicar por sí mismo y si no hay ningún sistema de alarma automático instalado, no hay nadie que tenga conocimiento del accidente y que pueda reaccionar rápidamente. Eso genera la falta de movilización de los equipos de socorro o de los recursos necesarios para prestar ayuda al accidentado, pudiendo incluso acabar con el fallecimiento de la persona por la falta de aviso o por la tardanza en la respuesta.
Equipar con sistemas de alarma para alertar en caso de accidente
Las empresas en las que trabajan estas personas tienen la obligación de garantizar la seguridad y proteger la salud de estos trabajadores aislados. Deben de tener en cuenta todas las características de los lugares de trabajo para definir unos procesos de seguridad adecuados, estableciendo una organización y desplegando unos medios adaptados a la peligrosidad de la actividad. El trabajador debe de poder alertar de cualquier situación de riesgo y recibir la ayuda necesaria a la mayor brevedad posible.
¿Qué ventajas aportan los sistemas de alarma para el trabajador aislado?
Los sistemas de alarma son fundamentales para la protección del trabajador aislado. Se trata de unos dispositivos electrónicos de alerta que permiten identificar las situaciones de aislamiento. En caso de accidente, estos equipos permiten al trabajador emitir una alerta manual o bien que la alarma se lance automáticamente en caso de caída, de ausencia de movimiento, de presencia de un gas tóxico, … para desplegar así todas las medidas necesarias que faciliten una rápida actuación de los equipos de socorro. Es necesario que la alarma pueda funcionar independientemente de la voluntad del operador, que sea eficaz en cualquier circunstancia y que perturbe lo menos posible la actividad laboral.