Trabajadores aislados: ¿aumenta la soledad el riesgo de accidentes?

Travailleur usine

Los trabajadores aislados tienen en general un mayor riesgo de accidentes a causa de la situación de soledad. En caso de accidente, la ausencia de compañeros de trabajo puede retrasar su detección, así como la actuación de los equipos de emergencia.

Hay sectores de actividad en los que los trabajadores son más proclives a tener accidentes laborales: las industrias extractivas, la construcción, el saneamiento y la gestión de residuos, la industria manufacturera, la agricultura y la ganadería, el transporte y el almacenamiento…

Sin embargo, esta posibilidad aumenta considerablemente en el caso de los trabajadores aislados. A los accidentes en sí, hay que añadir la falta de actuación suficientemente rápida, que puede agravar el estado de la persona, así como el eventual estado psíquico generado por las condiciones de trabajo en soledad.

La soledad hace más difícil la comunicación en caso de accidente

Los trabajadores aislados son personas que realizan su actividad sin nadie a proximidad: no pueden ser vistos ni oídos sin el uso de mecanismos (teléfono, interfono, etc.). En caso de accidente o en una situación crítica, la actuación inmediata es imprescindible, pero estos operarios no pueden comunicar muchas veces su propia situación, y no hay nadie que pueda reaccionar y poner en marcha las soluciones de urgencia. En estas circunstancias, la detección del accidente y la intervención de los equipos de socorro se retrasa, y el desenlace puede ser fatal, como fue el caso por ejemplo de un empleado de una fábrica en Sant Andreu de la Barca: un empleado que trabajaba en una zona en la que estaba aislado del resto de sus compañeros mostraba signos de haber recibido un golpe en la cabeza cuando lo encontraron, pero sus horarios de trabajo habían terminado dos horas antes.

Riesgo de accidente por degradación psíquica en los trabajadores aislados

Estos trabajadores, por el hecho mismo de la soledad en el desarrollo de sus tareas, pueden igualmente desarrollar ciertos estados mentales que pueden provocar accidentes con más facilidad debido al estrés o al estado de ánimo. Dichas situaciones de aislamiento pueden producir un desequilibrio en el ser humano y generar conductas alteradas que se pueden dar tanto a nivel socioafectivo, como a nivel cognitivo.

En los trabajos rutinarios, la soledad puede implicar un descenso de la vigilancia, o verse alterada la percepción del tiempo, y ser así generadora de accidentes. También pueden sufrir una fatiga física, intelectual o psíquica, provocando situaciones de estrés que aumenten la posibilidad de tomar decisiones erróneas, realizar malas manipulaciones o improvisar de manera arriesgada. La necesidad algunas veces de tomar decisiones cuando se está sólo puede del mismo modo incrementar la ansiedad, y en algunos casos alterar el juicio.

La empresa debería estudiar y poner en marcha aquellos sistemas que proporcionen una asistencia más rápida y eficaz para las personas que trabajan solas, en función de las consecuencias que pueden tener los riesgos a los que se hallen sometidas.